He rescatado este artículo de Ana Martínez publicado en Expansión&Empleo.com, titulado «El reloj europeo para trabajar menos y mejor» para intentar abrir el debate y recabar vuestras opiniones sobre un tema sobre el que creo que se habla bastante pero creo que se hace poca cosa. «Muchas horas y mal distribuidas. La productividad en España no se corresponde con el tiempo que se pasa en la oficina. Según los expertos, la clave está en adelantar y reducir la pausa a la hora de las comidas, al estilo ‘continental’.
La hora de inicio de la jornada laboral en España es prácticamente igual que en Europa, pero a lo largo del día, los trabajadores españoles van prolongando su horario de salida. El horario de comida es, según los expertos, el principal obstáculo para conseguir una jornada laboral más corta. Mientras los europeos descansan a mediodía menos de una hora para comer, los españoles se recrean en la sobremesa desde las dos hasta las cuatro, o cuatro y media, con el primer plato, el segundo, el postre, el café y la copa. El sopor post-almuerzo es la causa, según Ignacio Buqueras, economista, empresario y presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los horarios españoles, de la escasa productividad española, por debajo de la media europea y sólo superior a la de Grecia y Portugal, según Eurostat.
«Después de una copiosa comida de dos horas difícilmente puedes tener el rendimiento adecuado. España es uno de los países cuyos ciudadanos dedican más horas al trabajo y, en cambio, somos líderes en Europa en bajo rendimiento».Un informe de esta comisión publicado el pasado mes de mayo señalaba que los españoles son los europeos con peor horario de trabajo. «¿Hemos reflexionado alguna vez cuáles pueden ser los problemas inherentes a una falta de racionalidad de nuestro tiempo? –reflexionaba el estudio–. Es un hecho que los españoles son los europeos que menos duermen. Sus consecuencias, según nos dicen los especialistas, son: estrés, problemas psicológicos, mayor número de accidentes de tráfico, laborales y domésticos»[…]Aunque comer tarde y en abundancia es un hábito arraigado en España, los expertos coinciden en que no sería tan difícil modificarlo.
Al fin y al cabo, explica, Buqueras, «antes de la Guerra Civil, los españoles tenían un horario continental: comían a las doce y cenaban a las siete. Tras la guerra, la mayoría de la gente era pluriempleada, lo que partió la jornada laboral, creando el horario partido y, con ello, el hábito de comer tarde».¿Qué nos impide volver al horario continental? ¿Nos da miedo dejar nuestro puesto de trabajo antes de que se ponga el sol?
Luis B.
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