Daniel Goleman ha establecido una serie de habilidades prácticas que pueden ser muy útiles a la hora de manejar nuestras emociones y detectar estados de ánimo negativos, que pueden convertirse en sombras emocionales particulares que incidan en nuestro entorno laboral.
- Conciencia emocional: reconocer nuestros propios estados de ánimo y los recursos de que nos valemos para actuar sobre ellos. Los líderes que poseen una elevada conciencia emocional están en contacto con sus señales interiores y reconocen el modo en que sus sentimientos les afectan y acaban influyendo en su rendimiento.
- Valoración adecuada de uno mismo. Correcta autoevaluación: permite conocer nuestras fortalezas y limitaciones. El líder que posee una correcta autoevaluación e capaz de aprender lo que debe mejorar y admite la crítica y el feedback constructivo.
- Confianza en uno mismo: fuerte sentido de la capacidad y de seguridad que hará que podamos apoyarnos en nuestras fortalezas.
He encontrado un ejemplo práctico que puede servir de entrenamiento:
– Conciencia emocional. En situaciones críticas toma conciencia de las emociones que éstas te provocan a ti y a las personas que te rodean. Anótalas mentalmente o en un papel y considera hasta qué punto te dominan y te impiden resolver la situación con eficacia. Detecta las tres o cuatro sombras emocionales que más afectan a tu personalidad.
– Correcta autoevaluación. Haz un diagnóstico detallado de tus fortalezas y debilidades en términos emocionales después de un acontecimiento que te haya provocado un estado emocional crítico. Valora hasta donde podrías mejorar esas debilidades y potenciar las fortalezas.
– Confianza en uno mismo: Valora muy positivamente tus fortalezas y tus capacidades y confía en ellas. Cuando falles, recuerda aquellas situaciones en las que conseguiste un gran éxito.
Saludos.
Marta.
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